Nos centramos en la selección y estudio de cepas promotoras del crecimiento vegetal, así como en su potencial uso biorremediador en entornos contaminados, considerando la resistencia antibiótica como una variable esencial para determinar la inocuidad de las cepas y garantizar su seguridad una vez liberadas en el medio ambiente, evitando convertir un problema ecológico en uno de salud pública.