Aunque la resistencia bacteriana es una de la amenazas globales más serias para la salud pública, no existe aún una percepción colectiva del verdadero alcance de este problema ni de sus implicaciones ante crisis sanitarias como la de la COVID-19.
Con el objetivo de concienciar a la sociedad, la Acción Conjunta Europea sobre Resistencia a los Antimicrobianos e Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (EU-JAMRAI) ha lanzado el primer símbolo global que representa la lucha contra la resistencia a los antibióticos. Nace con vocación de convertirse en un objeto tan emblemático como el lazo rojo del SIDA, que contribuya a visibilizar entre la ciudadanía las graves repercusiones de la pérdida de efectividad de los antibióticos.
El símbolo de la resistencia a los antibióticos ha sido seleccionado entre las más de 600 candidaturas de 44 países recibidas para el concurso de diseño gráfico convocado en noviembre de 2019 por EU-JAMRAI. El certamen invitaba a participantes de todo el mundo a enviar sus propuestas bajo tres premisas: que fuera un objeto tangible, que cualquiera pudiera confeccionar fácilmente con materiales sencillos en cualquier parte del mundo y que se pudiera llevar enganchado a la ropa, a modo de pin o broche. La convocatoria alcanzó a 600.000 personas en redes sociales.
El ganador ha sido el diseñador sueco David Ljungberg, seleccionado por un jurado formado por miembros de organizaciones involucradas en la investigación contra la resistencia antimicrobiana, como el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El emblema consiste en dos icónicas cápsulas blancas y rojas en forma de aspa o cruz, fácilmente reconocibles como medicamentos, que se forman al ensamblar un corazón rojo y otro blanco. En palabras de su diseñador: “en lugar de usar conceptos científicos, quería que el símbolo representase algo que el público en general pudiera entender. Los distintos elementos transmiten un mensaje para unirse contra este problema, manteniendo una forma simple a la vez que poderosa”.
El lanzamiento oficial del símbolo de la resistencia a los antibióticos estará apoyado por una campaña digital en las redes sociales de EU-JAMRAI con el tema “Conviértete en agente del cambio: fabrica tu símbolo, llévalo con orgullo y difunde la concienciación sobre la resistencia antimicrobiana”. El objetivo es alcanzar a toda la sociedad y transmitir el mensaje de que cualquiera puede contribuir a frenar esta amenaza con un consumo adecuado de los antibióticos.
Por eso, el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) anima a la ciudadanía a confeccionar su propio símbolo y a compartir sus fotografías y vídeos mencionando a @EUJamrai en Twitter, Facebook e Instagram, con los hashtags: #AntibioticResistanceSymbol #AMR #KeepAntibioticsWorking.
Los materiales (plantillas, instrucciones e imágenes para redes sociales) están disponibles para su descarga en la web de EU-JAMRAI. Esta campaña se lanza coincidiendo con el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos (18 de noviembre) y la Semana Mundial de Concienciación sobre el uso de Antimicrobianos (del 18 al 24 de noviembre).
En busca de un cambio de comportamiento
EU-JAMRAI agrupa a miembros de la Comisión Europea, responsables políticos y organizaciones de 28 países europeos. Este proyecto está financiado por la Unión Europea y coordinado por Francia a través de su Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM).
EU-JAMRAI fue creada en septiembre de 2017 con el objetivo de aunar los esfuerzos de los Estados miembros participantes, organizaciones internacionales e instituciones académicas para luchar contra la resistencia a los antimicrobianos y las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria a través de iniciativas ya existentes y la propuesta de nuevas acciones.
España lidera las áreas de trabajo de Diseminación, Comunicación y Uso prudente de los antibióticos a través del equipo del PRAN. Esta colaboración pretende impulsar un cambio de comportamiento a nivel individual y comunitario en relación con el uso prudente de los antibióticos. También abordar esta cuestión desde el enfoque “One Health” o de “una única salud”, que integra salud humana, sanidad animal y medioambiente.